Tito Puente, Daniel Santos e Ismael Rivera: músicos latinos que fueron a la guerra

Esta historia tiene más ritmo del que imaginas… y también algo de pólvora. Porque sí, Tito Puente, Daniel Santos e Ismael Rivera, tres leyendas de la música latina, fueron llamados a la guerra en distintos momentos de su vida. Y aunque cada uno lo vivió diferente, ninguno dejó que el uniforme opacara su pasión por la música.

Tito Puente: del portaaviones al escenario

A Tito Puente la guerra no lo detuvo, al contrario: lo impulsó. De joven ya tocaba con Machito y sus Afrocubans, pero cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, se alistó sin pensarlo. Peleó en nueve batallas contra Japón, y aun así se dio tiempo para formar una orquesta a bordo del portaaviones USS Santee, donde servía. Terminó con honores en 1945, y con una sola meta en mente: ser el mejor músico del mundo. Misión cumplida.

Daniel Santos: la ironía de un bolero llamado Despedida

Lo de Daniel Santos fue súper irónico. En 1941, su interpretación del bolero Despedida conmovió a todos… una canción sobre el dolor de marcharse a la guerra. Poco después, fue reclutado a regañadientes. Nunca estuvo de acuerdo con el conflicto y su rebeldía le ganó problemas con el FBI. Pero su voz no se apagó. Al contrario: años después, cantó Sierra Maestra, tema que se volvió himno de la revolución cubana.

Ismael Rivera: del ejército al son montuno

Ismael Rivera tenía solo 20 años cuando el ejército tocó su puerta. Ya había dejado la cuchara de albañil por el micrófono, pero la vida le dio un giro inesperado.

No fue al frente: su falta de inglés provocó que lo dieran de baja casi de inmediato. Y aunque no ganó medallas, sí ganó lo más importante: la oportunidad de regresar a Puerto Rico y convertirse en El Sonero Mayor.

Así fue como la guerra intentó alejar a estos gigantes de la música… pero el destino tenía otros planes. Tito, Daniel e Ismael no nacieron para empuñar armas, sino para librar otra batalla: la de hacer historia con su voz, su ritmo y su legado.

Juana Peña, la mujer que inspiró dos éxitos legendarios de la Salsa

Contrario a lo que muchos piensan, el personaje de Juana Peña hizo su primera aparición en la salsa no en la voz de Héctor Lavoe, sino en la del icónico Sonero Mayor, Ismael Rivera. En 1958, Maelo incluyó a esta misteriosa mujer en el tema Las Ingratitudes, una bomba compuesta por su madre, Doña Margarita Rivera, y parte del disco Invites You To Dance de Rafael Cortijo y Su Combo. En esta canción, Maelo improvisaba sobre las ingratitudes de una tal Juana Peña, dejando entrever su habilidad única para los soneos que lo consagraron como uno de los más grandes.

No sería hasta once años después que Juana Peña resurgiría para convertirse en uno de los personajes más icónicos de la salsa clásica, esta vez bajo la pluma de Héctor Lavoe y la dirección musical de Willie Colón. La historia cuenta que, tras un ensayo en la casa del trombonista, mientras ambos almorzaban, Willie comenzó a tararear una melodía. Inspirado por el momento, Héctor comenzó a desarrollar la letra de lo que más tarde se convertiría en el tema que marcaría el icónico álbum Cosa Nuestra (1969).

La historia de Juana Peña en esta nueva versión no era menos trágica: una mujer que engañó a muchos hombres y, como consecuencia, terminó en la más profunda pena por un amor que nunca llegó. Mientras la trama de la canción se construía, Willie sugirió un destino más drástico para la protagonista, imaginándola enfrentando un terrible final. Sin embargo, Héctor decidió transformar su destino en uno de arrepentimiento y melancolía, inmortalizándola con el pegajoso coro: “Juana Peña ahora me llora…”.

Para asegurarse de no olvidar la letra, ambos escribieron rápidamente los versos en una hoja de papel, y poco tiempo después la grabaron en el estudio. La canción, incluida en Cosa Nuestra, se convirtió en uno de los mayores éxitos de Willie Colón y Héctor Lavoe, consolidando a la orquesta como un referente de la salsa a nivel mundial.

Juana Peña pasó así de ser un personaje secundario en una bomba de 1958 a convertirse en un símbolo trágico de la salsa de los años 70, dejando un legado que perdura hasta nuestros días. Un testimonio del ingenio y la creatividad de los grandes maestros de la música latina.

¿Qué otras historias nos esconderá esta mítica mujer? Solo la salsa lo sabe. 🎶

El Legado de Maelo: Ismael Rivera, el Maestro de la salsa que marcó la diferencia

Por: Gilberto Santa Rosa

Ismael Rivera se erige como un auténtico visionario, un arquitecto musical que transformó por completo la forma en que esta música se entonaba. Antes de Ismael, el panorama musical era de una naturaleza distinta, con un enfoque quizás más tradicional, influido por el estilo de los soneros cubanos. Es importante destacar que esta observación se hace con el mayor respeto a esos precursores.

El impacto de Ismael Rivera en la música, especialmente en la bomba y la plena, fue revolucionario, cambiando fundamentalmente la forma de interpretación. Maelo era conocido por su estilo altamente percusivo, un genio del ritmo que sabía cómo manejar frases altamente rítmicas y encajarlas en lugares donde la mayoría de los cantantes de su época no se aventuraban. En mi opinión, esta habilidad rítmica es uno de los mayores legados que aprendí de Ismael Rivera.

Este es precisamente el motivo por el cual es sumamente improbable, si no imposible, que surja otro artista al estilo de Maelo. La rueda ya está inventada. Aunque cantantes notables como Cheo Feliciano perfeccionaron su fórmula, el contexto y las circunstancias de la época eran diferentes. Actualmente, después de tantas interpretaciones y variaciones, la aparición de otro Ismael Rivera se presenta como un desafío colosal.

La grandeza de Ismael Rivera radica en ser la base, el epicentro de todo. Incluso los cantantes de su generación forjaron sus propios estilos sobre los fundamentos que él estableció. Aunque sin duda existen jóvenes talentosos con capacidades extraordinarias, aquellos que pueden heredar y elevar sus enseñanzas a un nivel sobresaliente, la probabilidad de que surja otro Ismael Rivera en su magnitud es sumamente complicada y prácticamente imposible.

VIDEO: Bad Bunny rinde homenaje a la salsa

En un espectáculo, que duró dos horas, la estrella boricua rindió tributo a la música tropical puertorriqueña y cubana, que incluye la salsa, el mambo, el chachachá, la guaracha y el guaguancó.

De estas dos Antillas que se hicieron escuchar hasta la ciudad de Nueva York, Bad Bunny exaltó a múltiples artistas y grupos que marcaron la historia de estos géneros: Rafael Hernández, Silvia Rexach, Pedro Flores, Daniel Santos, Bobby Capó, Carmen Delia Dipiní, Ruth Fernández, Myrta Silva, The Jíbaro Swager, The Bolero Trios, Rafael Cortijo, Ismael Rivera, Héctor Lavoe, Willie Colón, Johnny Pacheco, Eddie Palmieri, Tito Puentes, Celia Cuz y La Lupe.

Con una advertencia sobre que “la música que ellos hicieron nunca terminará”, en el tributo, su ‘crew’ de bailarines deslumbró la tarima de uno de los eventos musicales más importantes de Estados Unidos bailando “Las Tumbas” de Ismael Rivera, quien fue destacado por el narrador del cortometraje como una de las voces que transmitió el poder de la música negra junto a Cortijo.

Bad Bunny concluyó el homenaje a los precursores de la salsa con la canción “Brujería” de El Gran Combo, la institución de este género en la isla.

“Hemos sido bendecidos con fenómenos musicales y genios del sonido, pero hay un largo camino por recorrer, porque la música que nos creó, nunca terminará”, concluyó la voz en el cortometraje.

El mundo de la salsa está de luto, fallece Camilo Azuquita voz de “Cómo si nada”

Camilo Azuquita impuso un Récord Guinnes al ser el primero en llevar la salsa a Europa. Una de sus interpretaciones hizo parte de la banda sonora de la película Atman de Marvel Studios.

El mundo de la salsa despide a otra de sus voces en 2022: este 25 de diciembre, en plena Navidad, falleció a los 83 años en su natal Panamá Camilo Azuquita, luego de padecer varios quebrantos de salud que se agudizaron en Noche Buena y que obligaron a su hospitalización, tal como lo confirmó la hija del cantante Maritza Berguido.

Luis Argumedes Berguido, nombre de pila del cantante, es la voz detrás de canciones como Lloró, el poeta lloróAgua que va a caer y Como si nada y a lo largo de su carrera se destacó también como intérprete de boleros.

Dentro de sus grandes logros como artista deja un Récord Guinnes al convertirse en el primero en llevar la música salsa a Europa, más exactamente a París, en 1979, país donde gozó de gran acogida durante varias décadas.

También ganó renombre luego de que una de sus canciones, Borombon, hiciera parte de la banda sonora de película Atman (El hombre hormiga) de Marvel Studios.

La voz de Azuquita igualmente quedó plasmada en un trabajo discográfico del famoso Rey del Timbal, el gran Tito Puente: Tito Puente And His Orchestra ‎– Ce’ Magnifique, de 1981.

En su paso por Francia, que le valió un Record Guinnes al convertirse en el primero en llevar la música salsa a Europa, también hizo parte de algunas agrupaciones y se destacó además como solista.

Ganador de un Latino Grammy, Azuquita alcanzó reconocimiento por la interpretación de éxitos como Azúcar a granel, Conversemos, Échame a mí la culpa, Eloísa, Ganas, La botija de abuelito, La fiera, La Llorona, Lo bailado nadie me lo quita, Los cantos del monte, Negrita, Pensamiento y Si los rumberos me llaman.

Grandes de la salsa como Rubén Blades, quien compuso especialmente para él la canción Ganas, han manifestado su dolor ante la partida de Camilo Azuquita, que se suma a la larga lista de salseros que han fallecido este 2022: hace menos de 15 días murió Lalo Rodríguez, famoso por el tema Ven, devórame otra vez; también fallecieron los cantantes Ismael Rivera Jr y Héctor Tricoche, el músico Pete Bonet, el flautista y productor musical José Luis Cortes ‘El tosco’, el sonero Jhony Vásquez, el director musical de El Gran Combo de Puerto Rico Willie Sotelo y el pianista y compositor César Pupy Pedrozo.