Así fue la primera grabación de Héctor Lavoe

Por: Margarita Martinez

Antes de convertirse en una leyenda de la salsa, Héctor Lavoe era solo un joven puertorriqueño con una voz única y un sueño grande. Corría el año 1965 cuando, aún bajo su nombre real, Héctor Pérez, grabó su primera participación musical en el tema “Mi China Me Botó” junto a La New Yorker Band, bajo el sello SMC Pro-Arte. La canción se incluyó en el álbum Está de bala.

La composición, original de Arsenio Rodríguez, fue arreglada por Alfredito Valdés Jr. y cantada por Rafael “Chivirico” Dávila, mientras Lavoe se desempeñaba como corista y maraquero, aportando ese sabor rítmico que más tarde lo definiría.

Todo comenzó en noviembre de 1964, cuando Héctor, recién llegado a Nueva York, asistió a un club en la avenida Prospect, en Brooklyn. Ahí sorprendió al pianista y director Russell Cohen con una versión a capella del bolero Plazos traicioneros. Cohen lo integró de inmediato a su orquesta.

Gracias a ese primer impulso, Lavoe tuvo su primera presentación en Puerto Rico, en el Teatro de Cayey y en el programa de la reconocida Mirta Silva.

Fue hasta 1966 que el promotor Arturo Franquees le sugirió el nombre artístico que lo acompañaría hasta el final: Lavoe, derivado del francés la voix (la voz).

En la histórica foto de La New Yorker Band, Lavoe aparece segundo desde la izquierda, joven, lleno de ilusiones y con esa chispa que lo llevaría a ser recordado como El Cantante de los Cantantes.

Así nació la leyenda de Héctor Lavoe: con maracas en mano, corazón en clave y una historia que apenas comenzaba a escribirse.

El Sabio: Héctor Lavoe, en su máxima expresión

Por: Margarita Martinez

El Sabio es el sexto álbum de estudio de Héctor Lavoe como solista, fue grabado en 1979 y lanzado al público el 31 de octubre de 1980 bajo el sello Fania Records, con la producción de Willie Colón, el “malo del Bronx”.

Temas que hablan por sí mismos

Con solo cinco canciones, El Sabio nos lleva a través de diferentes colores musicales. Comienza con una composición de Tito Rodríguez, que había sido grabada anteriormente por él mismo en sus años de enfrentamiento con Tito Puente.

Héctor, por su parte, se pone romántico con Plazos Traicioneros, una pieza de Luis Marquetti que se hizo famosa por Vicentico Valdés años antes. Su interpretación es profunda, como solo él sabe hacerlo.
Otro de los clásicos que no puede faltar es Noche de Farra, donde Héctor se luce con su estilo inconfundible. El arreglo, a cargo de José Madera, le da un toque especial que la hace aún más memorable.

Ritmos cubanos y elegancia en cada acorde

El álbum también nos presenta Ochun, un viejo clásico cubano que Héctor interpreta al estilo mambo. Esta grabación instrumental es una verdadera joya que destaca el trabajo de su banda.
Aléjate es otro de los éxitos del disco, con un toque elegante gracias al arreglo de José Febles, que incluye violines para darle un aire sofisticado.

Para cerrar con broche de oro, Llore, otro tema de Febles, y Ceora, con un arreglo de rumba, completan un álbum que es una auténtica obra maestra. Sin duda, El Sabio es uno de los discos más importantes en la carrera de Héctor Lavoe, una joya de la salsa que sigue sonando en nuestros corazones.

The Hustler (1968), el disco que desafió el boogaloo

En 1968, en plena efervescencia de la música latina en Nueva York, Willie Colón y Héctor Lavoe lanzaron “The Hustler”, un álbum que consolidó su sonido y los encaminó a convertirse en una de las duplas más legendarias de la salsa. Este disco marcó la evolución del trombonista y su orquesta, alejándose del boogaloo y apostando por una esencia más cruda y auténtica.

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Un sonido inconfundible
Con composiciones como “Montero”, “Eso Se Baila Así” y “Qué Lío”, el álbum se convirtió en un referente del género, destacando por sus fusiones rítmicas y la energía juvenil de una banda en ascenso. En este material, Lavoe brilló como vocalista principal, mostrando su inigualable estilo nasal, que encajaba perfectamente con la visión musical de Colón.

La icónica portada del disco, con Willie posando en una mesa de billar, es un homenaje a la película “The Hustler” (1961), protagonizada por Paul Newman y Jackie Gleason. Esta imagen reforzaba la identidad del músico como el “Malo del Bronx”, un joven atrevido que redefinió la salsa con su sonido distintivo de trombones.

Un legado inmortal
A más de 6 décadas de su lanzamiento, “The Hustler” sigue siendo una obra de culto en la salsa. Su impacto fue tal que canciones como “Qué Lío” fueron reinterpretadas en proyectos como la película El Cantante, protagonizada por Marc Anthony y Jennifer López.

Hoy, este álbum remasterizado mantiene su esencia, demostrando que la salsa creada en las calles del Bronx nunca pasará de moda.

Tito Nieves anuncia su retiro con una última gira mundial

El legendario salsero puertorriqueño Tito Nieves, conocido como «El Pavarotti de la Salsa», ha anunciado su retiro de los escenarios tras una exitosa trayectoria de cinco décadas. Para despedirse de su público, el artista emprenderá la gira mundial “50 Años – La Historia”, la cual incluirá presentaciones en Estados Unidos, Latinoamérica, Europa y un especial concierto el próximo 17 de mayo en el Coliseo de Puerto Rico, en San Juan.

“Mi querido Puerto Rico, regreso para brindarte lo mejor de mi música. Quiero que me acompañes en uno de los conciertos más importantes de mi carrera”, expresó Nieves en un comunicado oficial.

Un recorrido por cinco décadas de éxitos

La gira “50 Años – La Historia” promete ser un homenaje a la carrera de Tito Nieves, con un repertorio lleno de los temas que han marcado la historia de la salsa. Entre los clásicos que sus fanáticos podrán disfrutar destacan:

  • “De Mi Enamórate”
  • “Sonámbulo”
  • “El Panadero”
  • “Fabricando Fantasías”
  • “El Amor Más Bonito”
  • “Piragüero”
  • “Los Rodríguez”

Además de ser una de las figuras más influyentes de la salsa romántica, Nieves dejó su huella como miembro de la icónica orquesta El Conjunto Clásico, conquistando los corazones de millones de personas a lo largo de los años.

Un legado más allá de la música

Tito Nieves no solo es reconocido por su inigualable voz y sus éxitos en la salsa, sino también por su participación en el musical I Like It Like That, dirigido por el dominicano Waddys Jáquez. Esta obra, presentada en el Teatro Rodante Puertorriqueño de Nueva York, destacó el impacto de la salsa en la comunidad latina de Nueva York durante los años 70, abordando cómo el género trascendió como un símbolo cultural.

La producción incluyó temas de grandes figuras como Rubén Blades, Willie Colón, Héctor Lavoe y El Gran Combo de Puerto Rico, entre otros. Esta experiencia teatral agregó otra dimensión al legado artístico de Tito Nieves.

La salsa: un movimiento nacido en Nueva York

Según historiadores, la salsa tuvo su origen en los barrios de Nueva York hace más de 60 años, gracias al talento de jóvenes músicos latinoamericanos que emigraron a la ciudad. Tito Nieves se convirtió en una figura clave de este movimiento, llevando la salsa a un nivel internacional y dejando una huella imborrable en la historia de la música tropical.

Detalles del retiro y la gira

Con su gira de despedida, Tito Nieves celebra su extraordinaria trayectoria y regala a sus fanáticos un último recorrido por los temas que definieron su carrera. Esta será una oportunidad única para disfrutar de su música en vivo y celebrar su legado como uno de los más grandes exponentes de la salsa.

“El Juicio”, el álbum de Willie Colón y Héctor Lavoe que marcó la salsa

En 1972, Willie Colón y Héctor Lavoe volvieron a demostrar por qué eran el junte perfecto de la salsa con el lanzamiento de El Juicio. Este álbum, grabado en los icónicos Broadway Recording Studios y producido bajo el legendario sello Fania Records, se convirtió en un clásico del género que sigue haciendo bailar a los sabrositos de todo el mundo.

Con éxitos inolvidables como “Ah-Ah/O-No”, “Piraña”, “Seguiré Sin Ti”, “Timbalero”, “Aguanilé” y “Soñando Despierto”, este disco consolidó la magia de Lavoe como vocalista y de Colón como productor y trombonista, reafirmando su lugar como dos gigantes de la salsa.

La grabación de El Juicio reunió a un verdadero dream team de músicos sabrositos, incluyendo:

  • José Mangual Jr. (percusión)
  • Milton Cardona (congas)
  • Gene Golden (quinto)
  • Joe Torres (piano)
  • Louie Romero (timbal)
  • Eric Matos (trombón)

Además, contó con los coros de Justo Betancourt y el maestro Johnny Pacheco, quienes agregaron ese toque especial que distingue a los mejores álbumes de Fania.

El Juicio no solo representa una obra maestra musical, sino también una muestra del sabor inconfundible de la salsa de los 70. Cada tema es un viaje rítmico que ha dejado una huella imborrable en las pistas de baile y en los corazones de los fanáticos más sabrositos del género.

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Historia: Pablo Escobar obligó a “El Cantante” a cantar toda la noche

El exitoso cantante Héctor Lavoe cantó para Pablo Escobar, pero algo sucedió que el cantante terminó huyendo.

Pablo Emilio Escobar Gaviria fue uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo entre los años 70 y 80. Además, se conoce que él no siempre trataba de la mejor manera a los cantantes, ya que los obligaba a cantar por horas sin importarle nada, tal como le pasó a Héctor Lavoe.

El salsero tuvo que escapar de una fiesta del fundador del Cartel de Medellín, dado que fue obligado a cantar la misma canción durante toda la noche. ¡increíble!

Este suceso fue confirmado por el periodista colombiano, Juan José Hoyos, quien en una publicación para el periódico ‘El colombiano’, reveló que él mismo obtuvo el testimonio de un taxista que ayudó a Héctor Lavoe, tras haber escapado de una reunión organizada por Pablo Escobar.

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El incidente ocurrió en la madrugada del 1 de enero de 1981, en una carretera a las afueras de Medellín. Según contó el periodista, el taxista transitaba por ahí y de repente vio en el camino un hombre vestido de frac y descalzo pidiendo ayuda de forma desesperada para que lo ayudaran a llegar a su hotel. Además, reveló que el salsero estaba acompañado de otros hombres, quienes estaban en las mismas circunstancias.

Una vez que Héctor Lavoe detuvo al taxista, él le dijo que se encontraban en esas fachas, ya que habían actuado en una fiesta de Pablo Escobar. Y reveló que las cosas se salieron de control y terminaron encerrados en una habitación por haberse negado a continuar tocando la exitosa canción ‘El cantante’, la cual, ya había interpretado durante varias horas.

Juana Peña, la mujer que inspiró dos éxitos legendarios de la Salsa

Contrario a lo que muchos piensan, el personaje de Juana Peña hizo su primera aparición en la salsa no en la voz de Héctor Lavoe, sino en la del icónico Sonero Mayor, Ismael Rivera. En 1958, Maelo incluyó a esta misteriosa mujer en el tema Las Ingratitudes, una bomba compuesta por su madre, Doña Margarita Rivera, y parte del disco Invites You To Dance de Rafael Cortijo y Su Combo. En esta canción, Maelo improvisaba sobre las ingratitudes de una tal Juana Peña, dejando entrever su habilidad única para los soneos que lo consagraron como uno de los más grandes.

No sería hasta once años después que Juana Peña resurgiría para convertirse en uno de los personajes más icónicos de la salsa clásica, esta vez bajo la pluma de Héctor Lavoe y la dirección musical de Willie Colón. La historia cuenta que, tras un ensayo en la casa del trombonista, mientras ambos almorzaban, Willie comenzó a tararear una melodía. Inspirado por el momento, Héctor comenzó a desarrollar la letra de lo que más tarde se convertiría en el tema que marcaría el icónico álbum Cosa Nuestra (1969).

La historia de Juana Peña en esta nueva versión no era menos trágica: una mujer que engañó a muchos hombres y, como consecuencia, terminó en la más profunda pena por un amor que nunca llegó. Mientras la trama de la canción se construía, Willie sugirió un destino más drástico para la protagonista, imaginándola enfrentando un terrible final. Sin embargo, Héctor decidió transformar su destino en uno de arrepentimiento y melancolía, inmortalizándola con el pegajoso coro: “Juana Peña ahora me llora…”.

Para asegurarse de no olvidar la letra, ambos escribieron rápidamente los versos en una hoja de papel, y poco tiempo después la grabaron en el estudio. La canción, incluida en Cosa Nuestra, se convirtió en uno de los mayores éxitos de Willie Colón y Héctor Lavoe, consolidando a la orquesta como un referente de la salsa a nivel mundial.

Juana Peña pasó así de ser un personaje secundario en una bomba de 1958 a convertirse en un símbolo trágico de la salsa de los años 70, dejando un legado que perdura hasta nuestros días. Un testimonio del ingenio y la creatividad de los grandes maestros de la música latina.

¿Qué otras historias nos esconderá esta mítica mujer? Solo la salsa lo sabe. 🎶

Diez personajes de la salsa que murieron a causa del SIDA

No es posible contraer el VIH/SIDA por el mero contacto con las personas infectadas. La enfermedad no se contagia a través de abrazos o apretones de manos ni tampoco por la tos o los estornudos.

El VIH/SIDA no puede transmitirse a través de los asientos de los retretes, de los teléfonos, platos, vasos, utensilios de comer, toallas o ropa de cama, ni en las piscinas o baños públicos. El VIH/SIDA no se propaga por los mosquitos u otros insectos.

Aunque el 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra el SIDA, hoy también recordamos aquellas figuras de la salsa que murieron a causa de este enfermedad.

1.- LARRY  SPENCER:

Trompetista americano de origen judío, durante toda la década del sesenta trabajó en New York con las orquestas de Orlando Marín, Larry Harlow y Richie Ray. En 1971 integró la cuerda de trompetas de Fania All Stars, junto a Héctor “Bomberito” Zarzuela y Roberto Rodríguez.

2.- GONZALO FERNÁNDEZ

Flautista y saxofonista tenor. Brilló en el saxo tenor en el guaguancó “A Papá y Mamá“Concepts in Unity” fue grabado en abril de 1975. Tocó igualmente con las orquestas de Pupi Legarreta, La Súper Típica de estrellas y la Nóvel, La Típica Ideal, Cachao, La Típica 73 y Mongo Santamaría (con quien grabó el disco “Ubane”, vocalizado por Justo Betancourt). Gonzalo Fernández murió en Nueva York a comienzos de la década del noventa.

3.- EDUARDO DAVIDSON

Compositor. Las primeras obras que se hicieron conocidas fueron “Elegguá Inko” (que interpretó Gina Martin) y “Sabor de Cuba” (grabada por la Orquesta Sublime). En 1959 compuso la música de “La Pachanga”, que grabó La Sublime; Rolando Fundora le añadió el rayado del güiro y un tumbao de las tumbadoras. En esa época compuso “Lola Catula” (pachanga) y “La viuda del muerto” (pachanga).

Cuando llegó el éxito del chachachá, Davidson compuso temas para la televisión cubana: “Yo Siempre Arriba”, “Sobando El Son” y “Azúcar Saláa”. Compuso también música para telenovelas: “Ayúdame Dios mío” y “El batey de las pasiones”.

4.- LUPO EL FANTÁSTICO

Su nombre real fue Hiram Velásquez. De origen puertorriqueño, nacido en Las Piedras, llegó en la infancia a Nueva York. Santitos Colón y el presentador de radio y televisión Jimmy Montañez lo relacionaron con Tito Puente quien en 1969 dirigió su único disco “Lupo el Fantástico”, realizado en NYC (Bell Sound Studios) para el sello Cotique bajo la producción ejecutiva de George Goldner, disco del cual se destacaron los éxitos “Te lo juro yo”, “El gitano Antón”, “Alma y corazón” y “Angelitos Negros”, todos ellos grabados con la orquesta de Tito Puente. 

5.- RAFAEL “RALPH” CARRILLO

Fue un gran timbalero y baterista neoyorquino de origen puertorriqueño, de la Charanga de Lou Pérez, con quien grabó varios discos de larga duración en las décadas del sesenta y el setenta, entre ellos se destacan “Nuestra Herencia” y “De todo un poco”.

6.- FRANKIE RODRÍGUEZ

Cantante, compositor y conguero, formó parte de la orquesta de Jerry González con quien produjo el tema “Agueybaná Zemí”. Frankie Rodríguez también fue conguero de la orquesta de Larry Harlow desde comienzos de los setenta, fue además su cantante en la sombra por varios años, asumiendo el papel de vocalista en los bailes cuando los cantantes de la orquesta no asistían a las presentaciones por diversas razones.

Grabó con Harlow como cantante una parte del disco “La raza latina”, en los segmentos que no fueron vocalizados por Néstor Sánchez y Rubén Blades. Murió de SIDA en 1989 en Nueva York. 

7.- NANCY O’NEILL

Fue por años la protegida de Larry Harlow e integrante de la primera orquesta femenina en la historia de la salsa neoyorquina, Latin Fever (también apadrinada por Harlow) se presenta por primera vez con la Fania en 1975 (en el Madison Square  Garden). 

Fue compañera consensual del legendario y virtuoso trompetista Larry Spencer, miembro de la Fania del Cheetah y de orquestas como las de Puente, Louie Ramírez y el propio Harlow. En una nota doblemente trágica, O’Neill fallece a principios de los 90’s poco después de su compañero, quien contrajo SIDA a causa de su adicción a la heroína y la contagia eventualmente.

8.- TITTI SOTTO

Su nombre real fue Hannibal Sotto. Nació en La Habana en 1944. Fue arreglista, cantante y extraordinario compositor cubano de varios temas icónicos de la Salsa. Entre su obra se destaca para Sophy “Se va y se va”; Celia Cruz “Ochún con Changó” y “Latinos en Estados Unidos”; Tony Vega “Uno mismo”; Willy Chirino “Soy un barco”; Hansel y Raúl “Alma de Marinero” and “Esquina Habanera”; Las Chicas del Can “Culeca” entre varias más. Falleció en Puerto Rico en 1992.

9.- NELSON DE JESÚS

Recordado cantante puertorriqueño. Tuvo problemas con las drogas desde muy joven. Se refugió en el Hogar CREA en Río Piedras. Allí la vida le dio otra oportunidad convirtiéndose en cantante de la Orquesta Impacto CREA, dirigida por el trompetista Carmelo Rivera. Murió en los años 90s, olvidado de su familia y compañeros del ambiente musical.

10.- HÉCTOR LAVOE

Su nombre real fue Héctor Juan Pérez Martínez, nació el 30 de septiembre de 1946 en Ponce – Puerto Rico. Fue un Cantante de Salsa, conocido mundialmente como “El Cantante de los Cantantes” y con el nombre artístico de “Héctor Lavoe”. A la edad de 17 años se marchó a Nueva York a buscar un mejor futuro ahí conoció a Willie Colón y a Johnny Pacheco, co-propietario del sello Fania Records y formó parte de la banda del primero logrando varios éxitos.

Héctor Lavoe es considerado unánimemente como uno de los mejores cantantes que enriquecieron el género de la salsa.

La verdadera historia detrás del ojo morado de Héctor Lavoe

Sabrositos y sabrositas, el reguetonero Rauw Alejandro, sorprendió a sus fans al incluir un homenaje especial a Héctor Lavoe en su nuevo álbum. Inspirado en la famosa fotografía del legendario salsero, Rauw recreó esta icónica imagen que tiene toda una historia detrás.

¿Conoces la historia detrás de esta icónica fotografía?

Resulta que la anécdota nos transporta a un club de Nueva York, donde Héctor Lavoe se encontraba dando un show. En medio de su presentación, un desconocido se acercó para pedirle que tocara un danzón. Héctor, con su característica picardía, respondió: “¿Qué le pasa al jibarito este?”. Si no estás familiarizado, en Puerto Rico, “jibarito” es una forma coloquial para referirse a las personas de áreas rurales o campesinas.

Lo que Lavoe no esperaba era que el “jibarito” no se lo tomara nada bien. El hombre se abalanzó sobre él, dejándole varios golpes que, según la leyenda, quedaron capturados en la famosa foto donde Héctor aparece con un ojo hinchado y un rostro marcado.

Pero aquí no termina la historia, sabrositos. En 1972, Héctor Lavoe lanzó su icónico álbum El Juicio. En el track Soñando Despierto, que cierra con un danzón, Lavoe se despachó con la frase “Para ti, mother flower”, dedicando irónicamente la canción al famoso “jibarito” que lo había golpeado.

Ahora, décadas después, Rauw Alejandro decidió rendir tributo a este momento de la salsa que encapsula la historia y el carácter único de Lavoe, mostrando que la música siempre encuentra formas de conectar generaciones y géneros.

¿De dónde sale el nombre de Sonido la Changa?

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Desde hace muchos años y tiene como su mayor referente a Sonido la Changa, por eso a continuación te contamos quién es el responsable de este sonidero.

¿Quién es el dueño de Sonido la Changa?

Hace 55 años, Ramón Rojo Villa comenzó con el proyecto de Sonido la Changa en las calles de su natal Tepito, el llamado ‘barrio bravo’ de la Ciudad de México.

Comenzó en la música gracias a que sus tíos, comerciantes, adquirieron una ‘discotienda’, donde Ramón descubrió la música de la Sonora Matancera, de la que ya nunca se despegó.

Destaca que Guadalupe Reyes Salazar La Socia, pionera de los sonideros en México, fue su mentora.

“Un día una señora me contrató, fui a una fiesta, cobré 5 pesos la hora y a partir de ahí empezaron a llover contrataciones en el barrio”, contó el artista, que este 2013 cumple 75 años, en una entrevista para MILENIO.

Durante su trayectoria de más de cinco décadas, La Changa se ha presentado no solo en México, también en países como Estados Unidos, España y Portugal. Además, el responsable del sonidero ha tenido la oportunidad de conocer a leyendas como Héctor Lavoe, Celia Cruz y a los ídolos de su adolescencia, la Sonora Matancera.

También ha inspirado a muchas generaciones de sonideros mexicanos, por ejemplo: El Berraco, Sensación Barranco, Los Junior, Fania 97, Sonido Fantasma y Musas Sonideras 

¿Cuál es el origen del nombre de Sonido la Changa?

En su infancia, Ramón solía escuchar un programa de radio llamado Chucho el Roto, que contaba las aventuras de un bandido que, como Robin Hood, se encargada de quitarle a los ricos para darle a los pobres; destaca que Chucho no hacía esto solo, tenía a dos cómplices: El Rorro y La Changa... De este secuaz tomó el apodo.