Proponen bautizar calle con el nombre de Héctor Lavoe

El cantante y símbolo de la salsa, Héctor Lavoe (1946-1993) puede contar con una calle a su nombre en Nueva York si prospera la iniciativa lanzada por el promotor Jesse Ramírez, que cuenta con el apoyo de la hija y la hermana del llamado ‘Cantante de los cantantes‘.

Ramírez, conocido promotor y presentador en el mundo de la música latina, dijo a Efe que «otros artistas ya tienen calles con sus nombres en la Gran Manzana, por lo que ya es hora de que Lavoe también tenga la suya» en la ciudad donde desarrolló su carrera y se dio a conocer como integrante de la mítica Fania All Stars.

«Es un verdadero ícono de la música latina enNueva York y el mundo» afirmó, e indicó además que inició una campaña entre los políticos para conseguir su objetivo.

“El talento, el carisma de Héctor Lavoe, su amor por su música, por su gente, siempre estaban y estarán presentes en los corazones de sus seguidores, que suman millones en todo el mundo”, afirmó Ramírez, que tuvo una estrecha relación con el artista.

A la espera de que el proyecto se apruebe

El pianista Willie Rodríguez, uno de los promotores del museo de la salsa, cuya construcción es una promesa siempre postergada, consideró que sería «fantástico» que Lavoe tenga una calle porque «se lo merece».

Además, indicó a Efe que el museo de la salsa hizo una propuesta parecida al Concejo de la ciudad para bautizar una calle de El Bronx con el nombre del músico dominicano Johnny Pacheco (1935-2021), cofundador de las Fania All Stars y que vivió en ese condado, y están a la espera de que voten sobre ese proyecto.

Héctor Lavoe ya fue reconocido con dos monumentos, uno en su natal Ponce (Puerto Rico) y el otro en el Callao, en Perú, donde también figuran los de los cantantes Ismael Rivera y Celia Cruz y el percusionista Ray Barretto.

Seis Décadas de la Salsa

Nacida entre la comunidad latina en Nueva York en los años sesenta del pasado siglo, la salsa, que es el resultado de fundir diversos ritmos caribeños, puso al mundo a bailar en español y tuvo su gran auge en la década de 1970 de la mano de las Estrellas de la Fania All Stars, los “Rolling Stones latinos” como les llamó el conocido productor y musicólogo puertorriqueño Richie Viera.

Seis décadas después, este estilo inequívocamente latino y festivo sigue congregando apasionados seguidores, en lugares tan lejanos como Japón, Alemania, Noruega, Austria o Canadá, entre otros muchos países, y convive en un mercado con otros géneros latinos como el reguetón, que hoy es el más popular entre la juventud gracias a sus ritmos pegajosos y sus letras irreverentes y sexistas.

TIENE SU “CONGRESO MUNDIAL”

“Para los bailadores, es un sueño venir a bailar salsa a Nueva York”, asegura Laila Tastasa, israelÍ que viaja a los congresos alrededor del mundo para seguir su pasión por la salsa, que le llevó además a aprender español.

“Cuando oigo la salsa, no existe nada más, y eso que no soy latina”, afirma Tastasa, de 24 años, una más de las 7,000 personas que este fin de semana bailaron sin parar el cadencioso ritmo, en el Congreso Mundial de la Salsa, que culmina hoy.

Al igual que Tastasa, el bailarín y director artístico del evento, Edwin Rivera, no considera que la salsa esté perdiendo terreno y recuerda que esta música a él le salvó la vida cuando “me perdía en las calles” de la ciudad “y mi madre me dio a elegir entre tomar clases de salsa o una academia militar”.

“La salsa es como el oro, nunca muere, siempre va a estar ahí, siempre tendrá un público, lo que pasa es que no tiene la mirada comercial” que tiene el reguetón, que nació en la década del 90 como un movimiento underground, señaló.

EL AUGE DEL REGUETÓN

Con millones de seguidores en redes sociales, su principal medio de difusión, récord de asistencia en conciertos y acaparando premios, como ocurrió con los recientes MTV donde el puertorriqueño Bad Bunny fue el primer latino en alzarse como artista del año, el reguetón se ha convertido en un fenómeno global que centra la atención en la industria de la música.

Rivera considera que para que la salsa acapare hoy una mayor atención entre los jóvenes, los músicos salseros deberían buscar una mayor colaboración con los reguetoneros e incluso con artistas anglos, como ocurrió con la bachata cuando Romeo Santos grabó con Usher en ese género, cada uno cantando en su idioma.

“La salsa es un genero inmortal y se le puede mezclar con cualquier otro género como ya se ha hecho”, sin perder su esencia, abrió puertas para todos los exponentes latinos, y existen muchos grupos y cantantes como Marc Anthony que siguen llevándola a todo el mundo, además de las estaciones de radio dedicadas exclusivamente a promoverla, en particular en Puerto Rico, destacó Viera.

Del reguetón recuerda que se impuso contra todo pronóstico tras encontrar su fórmula para el éxito, grabando con artistas importantes como Enrique Iglesias e invirtiendo grandes sumas de dinero en plataformas y redes sociales para mantener contacto con sus jóvenes seguidores, lo que no hacen otros géneros.

El también musicólogo español Sami Otazu señala que el reguetón es una música comercial “destinada a las masas, las ventas y la superficialidad”, un estilo que funciona, mientras que la salsa “es más auténtica, más pura, musicalmente más compleja”.

“La salsa tiene aún bastante futuro y aunque sea una música que no llega a audiencias masivas, es muy potente en el mundo y mueve a mucha gente, tanto a nivel de baile como de formaciones musicales y cantantes”, indicó.

Destaca además que la salsa está “muy viva” y que hay mucha gente que la mantiene y lucha por mantenerla “y eso va a hacer que dure muchísimo gracias a que es una música tradicional y con identidad folclórica”.