¿Sabías qué… la genética influye en el gusto por el baile?

Aunque para muchos el baile es sinónimo de alegría, romance o diversión, no todos lo viven de la misma manera. En fiestas o reuniones sociales, es común ver a personas que prefieren quedarse sentadas, evitando moverse al ritmo de la música. Para ellos, la presión de participar puede resultar incómoda, generando ansiedad o inseguridad en lugar de disfrute.

La resistencia al baile no siempre se debe simplemente a que no gusta. De acuerdo con especialistas en psicología, existen múltiples factores que pueden influir, como la genética, la historia personal, el nivel de autoestima e incluso el contexto cultural. Es decir, no se trata solo de una elección consciente, sino de una combinación de factores internos y sociales que afectan la comodidad al momento de bailar.

La incomodidad al moverse en público muchas veces está vinculada con el miedo a ser juzgados o ridiculizados, sobre todo en entornos donde la persona no se siente segura. En lugar de disfrutar, predomina la preocupación por la imagen personal: si lo están haciendo bien, cómo se ven o si alguien se burlará. Esto refuerza la decisión de evitar el baile por completo.

Un estudio de la Universidad de Tennessee, publicado en la revista Nature Human Behaviour, demostró que la habilidad para coordinar movimientos con la música tiene una base genética. Esto implica que algunas personas nacen con mayor facilidad para bailar, lo cual afecta directamente el grado de disfrute que experimentan al hacerlo.

Los investigadores aclararon que no se hereda el gusto por el baile, sino que algunas personas poseen una mejor disposición física y neurológica para sincronizarse con el ritmo. Quienes carecen de esta habilidad pueden sentirse torpes al intentarlo, lo que afecta su autoestima y refuerza la idea de que no disfrutan bailar.

Esto no implica que quienes no bailan sean aburridos o tengan menos habilidades sociales. Muchas veces, la falta de disposición para bailar es consecuencia de experiencias negativas previas, como haber sido objeto de burlas, o de haber crecido en un entorno donde el baile no formaba parte de la vida cotidiana.

Frases que surgieron de la Revolución Mexicana y no sabías

La Revolución Mexicana no solo cambió el rumbo político y social del país, también dejó un legado lingüístico que aún resuena en nuestro día a día. Muchas de las frases que usamos sin pensarlo tienen su origen en ese periodo convulso, cargadas de historia, ingenio popular y crítica social. En esta nota, te contamos algunas expresiones nacidas en la Revolución Mexicana que probablemente has escuchado… pero no sabías de dónde venían.

Me cayó el veinte

La expresión “ya le cayó el veinte” se usa para indicar que alguien finalmente entendió algo, aunque haya tardado un poco. Su origen proviene de los teléfonos públicos que funcionaban con monedas de 20 centavos, y donde la llamada no se conectaba hasta que caía el veinte, literalmente. De ahí que, cuando alguien comprende algo después de un momento, se diga que “le cayó el veinte”.

Se lo cargó el payaso

La expresión “ya se lo cargó el payaso” se utiliza para decir que alguien murió o tuvo muy mala suerte. Su origen se remonta a la Revolución Mexicana, donde el humor negro era parte del día a día entre los soldados. En ese contexto, la figura del “payaso” se convirtió en símbolo de muerte inminente o tragedia, dando lugar a esta frase popular que aún se usa con tono sarcástico o resignado.

Ni picha, ni cacha, ni deja batear

La frase “ni picha, ni cacha, ni deja batear” se aplica a quien no hace nada pero tampoco permite que otros actúen. Surgió durante la Revolución Mexicana para describir a líderes que bloqueaban acciones sin ofrecer soluciones. Hoy en día, sigue siendo una expresión vigente para criticar actitudes pasivas y que solo entorpecen.

¡Síganme los buenos!

La expresión “síganme los buenos” se utiliza para animar o liderar a un grupo, muchas veces con un tono humorístico o sarcástico. Aunque muchos la asocian con personajes como El Chapulín Colorado, su origen se remonta a la Revolución Mexicana, cuando los líderes militares usaban frases como esta para reunir a sus seguidores leales.

Ya se petateó

La expresión “ya se petateó” es una forma coloquial de decir que alguien murió. Su origen proviene del petate, una estera que se usaba tanto para dormir como para velar a los muertos durante y después de la Revolución Mexicana. Por eso, con el tiempo, “petatearse” se convirtió en sinónimo de fallecer.

¿Por qué la tostada casi siempre cae del lado de la comida?

¿Te ha pasado que se te cae la tostada y, para colmo, justo del lado untado? Tranquilo, no es mala suerte ni castigo divino. La explicación es mucho más simple: es física.

Cuando una tostada cae desde la mesa, que normalmente mide entre 70 y 90 cm, no lo hace de forma plana. Al soltarse, gira un poco en el aire. Ese giro, causado por el movimiento al caer, alcanza solo media vuelta antes de llegar al suelo. Por eso, si la mermelada estaba arriba, terminará abajo.

Mucha gente cree que es porque el lado con mantequilla pesa más, pero eso no es cierto. El peso extra es mínimo y no afecta mucho. El verdadero motivo es que la altura de la mesa no le da tiempo a girar más. Si cayera desde más alto, tal vez terminaría del lado seco.

Y hay algo más: nuestro cerebro tiene un sesgo de confirmación. Es decir, recordamos más cuando pasa algo negativo. Si la tostada cae del lado seco, ni lo piensas. Pero si cae del lado untado, ¡parece una tragedia! Eso hace que sintamos que pasa “siempre”, aunque no sea así.

De hecho, estudios dicen que la tostada cae del lado untado en un 62% a 75% de las veces, dependiendo de cómo se cae y desde qué altura.

Así que no es magia ni mala vibra. Es solo ciencia… y un poco de drama mental.

¿Sabes por qué ronronean los gatos? esto dice la ciencia

¿Alguna vez te has preguntado por qué tu gato ronronea o maúlla tanto? Un nuevo estudio japonés sugiere que podría deberse a sus genes. Investigadores de la Universidad de Kioto analizaron el ADN de 280 gatos mestizos y encontraron que una variación en el gen receptor de andrógenos influye en cómo se comunican.

Este gen presenta variaciones entre gatos: algunos tienen más repeticiones del aminoácido glutamina. Los que tienen menos repeticiones (tipo corto) tienden a ronronear y maullar más, especialmente los machos. En hembras, esta variante se asocia con mayor agresividad hacia extraños.

El estudio también reveló diferencias entre gatos mestizos y de raza. Los mestizos, adaptados a ambientes difíciles, utilizan más la vocalización para pedir atención. En cambio, los gatos de raza, con la versión larga del gen, son generalmente más callados, resultado de generaciones de cría selectiva.

Aunque aún falta investigación para una aplicación práctica, este descubrimiento abre nuevas puertas para comprender el comportamiento felino y, en el futuro, mejorar la convivencia con nuestras mascotas a través de la genética.

10 datos que no sabías de los gatos

Por: Margarita Martinez

No cabe duda que los gatos son una excelente compañía. Son perfectos cómplices para quienes buscan descansar con alguien tranquilo, fiel y hasta inspirador (varios artistas lo confirman).

Por eso, aquí te damos 10 datos que quizás no sabías sobre ellos:

¡Sus orejitas están en modo radar!
Los gatos pueden rotar sus orejas 180 grados. Así detectan sonidos desde todos lados sin mover ni una patita.


Son los reyes del sueño
Pueden dormir hasta 14 horas al día. Y sí, eso explica por qué siempre los ves tirados en su rincón favorito.


• La noche es lo suyo
Tienen una naturaleza nocturna, así que en la tarde se activan con todo.


Tienen un súper oído
La audición de un gato es cinco veces más aguda que la de un humano adulto. O sea, escuchan TODO.


Pueden ser gigantes
En la raza más grande, un gato macho puede pesar hasta 9 kilos. Puro músculo y elegancia.


Viven de siesta y spa
Pasan el 70% del día durmiendo y el 15% acicalándose. Básicamente, son expertos en el autocuidado.


Tienen un punto ciego
Un gato no puede ver directamente debajo de su nariz. Así que si se te queda viendo raro cuando le das premio, ya sabes por qué.


Cuentan con súper sensores
Tienen uno de los sistemas sensoriales más avanzados del mundo animal. Por eso reaccionan antes de que pase algo.


¿Sin pestañas?
La mayoría no tiene pestañas. Pero aún así, sus ojazos siempre se ven espectaculares.


Maúllan para los humanos
Los maullidos no los usan entre ellos: los desarrollaron para comunicarse con los humanos. Básicamente, ¡aprendieron nuestro idioma!

Entonces, ¿cómo ves Sabroso?, ¿no son increíbles? Ya sea que tengas uno o sueñes con adoptar, los gatitos siempre tienen algo nuevo que enseñarnos.